domingo, 6 de mayo de 2018

A Madhu




Érase una vez, mi vientre sin espacio en él para ti
lleno como estaba de los llantos que no fueron
y de palabras insonorizando sus paredes.
Hubo que reconocer que ninguna vida
crecería allí dentro.

Mientras, sentía tus pasos pequeños
al otro lado del mundo
donde nacen las niñas sin nombre y sin camino
pasos que acompasaron sellos, compulsas, firmas, sellos
hasta que aquella puerta se abrió 
y tu piel y la mía hicieron un nuevo manto,
nuevas costuras nos hilaron.

Otros ojos me hicieron mirar el mundo
con el color de la Madre.

Ahora, la mirada de todas las mujeres del mundo
vive en nosotras, y entre hilvanes
construimos nuestra historia.

Mamá, cuéntame, cuéntame otra vez
mi cuento indio.




4 comentarios:

  1. Que belleza, me emocionas Marga

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  2. ¡...me gusta, besos para las dos (!!!)

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  3. Poesía cargada de "verdad", de la que conmueve y pellizca el alma. Gracias por compartirla.

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  4. Wowww... Qué bonito!! 👏👏👏 Emoción a flor de piel.

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