domingo, 14 de abril de 2013

He tenido






He tenido que comerle la boca a la muerte

para encontrarte en el fondo de un plato de ceniza.

Disculpa si me sabe el aliento a azufre

pero me pillas delante del espejo

con la sonrisa  en el cesto de la ropa sucia

y nada con que taparme.

Podría haber abierto la jaula para desempolvar las alas

podría haber medido el ancho de la cornisa

pero la lluvia se ahoga en los cristales y permanecen

las ventanas en silencio.