Abre
la justicia ha llegado
para esconderse en tu maleta
refugio de franceses sin horizonte
perseguidos por la gamada luz
mientras Paris recogía algo de aire
a tientas por las esquinas
todo eso golpeaba
y tú corrías
con el pálpito de las hojas de papel
corrías por la vía
y en la tierra donde sólo se pisaba hielo
elevaste los brazos antes del letargo
qué historia temblorosa.
Ha llegado la justicia Irene
está llamando
por qué no abres y de paso
nos regalas un final
desde tu fosa.