miércoles, 31 de octubre de 2012

He descuidado

He descuidado el hueco entre las baldosas
caían silencios y escuchábamos el arrastrar de cadenas

el sigilo de los que
todavía
caminaban descalzos.

He descuidado el hueco y no hay donde esconderse.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Noche triste de Octubre, 1959 -- Jaime Gil de Biedma


A Juan Marsé
Definitivamente
parece confirmarse que este invierno
que viene, será duro.
Adelantaron
las lluvias, y el Gobierno,
reunido en consejo de ministros,
no se sabe si estudia a estas horas
el subsidio de paro
o el derecho al despido,
o si sencillamente, aislado en un océano,
se limita a esperar que la tormenta pase
y llegue el día, el día en que, por fin,
las cosas dejen de venir mal dadas.
En la noche de octubre,
mientras leo entre líneas el periódico,
me he parado a escuchar el latido
del silencio en mi cuarto, las conversaciones
de los vecinos acostándose,
todos esos rumores
que recobran de pronto una vida
y un significado propio, misterioso.
Y he pensado en los miles de seres humanos,
hombres y mujeres que en este mismo instante,
con el primer escalofrío,
han vuelto a preguntarse por sus preocupaciones,
por su fatiga anticipada,
por su ansiedad para este invierno,
mientras que afuera llueve.
Por todo el litoral de Cataluña llueve
con verdadera crueldad, con humo y nubes bajas,
ennegreciendo muros,
goteando fábricas, filtrándose
en los talleres mal iluminados.
Y el agua arrastra hacia la mar semillas
incipientes, mezcladas en el barro,
árboles, zapatos cojos, utensilios
abandonados y revuelto todo
con las primeras Letras protestadas.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Isla


Una isla de arena
donde descansan
las huellas que abandono
sueña en vestirse
de raíces y brotes.
Es la geografía de los ríos,
siembra y cosecha a la vez.

Esta isla siente el calor
de sus extremidades de paja
abrazando en el papel
todo lo que cae
dentro de sus pozos secos.

Esta isla
a veces restalla sedienta
y espera.

domingo, 19 de agosto de 2012

Se ha pasado

Se ha pasado de moda el tapizado de la silla
el óxido del posabrazos
asusta a los niños que crecieron demasiado
en un pueblo de Texas
        quizá no fueron buenos.

Son demasiado pequeñas
las cortinas y no esconden

la vergüenza de ver la muerte
desconchar la pintura
de las paredes.

domingo, 29 de julio de 2012

Cruje el apio

Cruje el apio
antes de golpear el filo
contra la madera.
Resbala un aroma verde
al otro lado del visillo
a la espera del calor
que se come la ventana.

No es fácil cortar en tacos
una patata vieja
empeñada en vestirse de cieno
sobre el mármol.

No. No es fácil para el agua  y la harina
buscar la pizca de sal
que resbaló de los dedos.

Hace borbotones la acidez del tomate
en su balsa de aceite
mientras la sintonía dice
pi, pi, las doce.

Un domingo más
                          con la sartén por el mango.

lunes, 23 de julio de 2012

Y si atraviesas


Y si atraviesas muchas fronteras
y te olvidas de nuestro armisticio
de aquel pacto
-lo mismo por dentro-
y la voz se queda atrapada
en el metal de un procesador
y la imagen tiembla
en una pantalla oscura.
Dónde me esconderé
de aquel miedo
con el que nací
con el que te estuve esperando
pegada al cristal de las horas.

domingo, 8 de julio de 2012

Hopper


Inventó la luz para conquistar el gesto, para resbalar entre líneas perfectas, paralelas que sostenían las ilusiones de un voyeur. Conquistar lo íntimo para averiguar que la nostalgia es el tempo decadente de todos, el calor de los solos. Miradas perdidas en múltiples horizontes, en las manos, en las escenas que espiamos desde un tiempo no muy diferente. 
Equilibrio continuo en el contraste; la sombra y el luminoso puro. Colores densos, vívidos, con esa pátina gris y todos sus matices, única conquista posible al celuloide.
Cadencia, lentitud, descuido cotidiano, belleza del instante robado y el azul de un mar espeso donde dejar las velas a la deriva, sin caminos donde echar a correr, siempre atrapados en la contemplación de     nuestro propio escenario.

http://www.museothyssen.org/thyssen/ficha_artista/285

martes, 3 de julio de 2012

Roja


Roja es la huída
de las llamas contra el mar
la invasión del desierto en las escuelas
el eco del insomnio de los niños
las mesas hambrientas
los gritos que golpean
contra las espaldas negras.

Roja, también es la lucha
no el entusiasmo esférico
de una carrera sin destino.

martes, 26 de junio de 2012

Todas las hojas blancas

Todas las hojas blancas
se amontonan en los días
pares del almanaque.

Los dedos se paralizan
cuando les hablas
de los niños mudos del desierto.

Las ideas se rebelan
ante la insistencia de más y más
sueños sobre el mar.

Los ojos no distinguen entre el azul
húmedo del cielo, y el azul
del silencio entre los hermanos.

Todos esperan que los trenes
se crucen en algún lugar entre
las hojas huérfanas.

Las campanas tañen
entre voces infantiles y ríen
creyendo jugar una vez más.

Los caminos están llenos
de palabras que buscan.

Es domingo de nuevo.

Todas las manos hacen sombra
sobre las voces
y se alejan en bandadas
a sostener la tormenta.



viernes, 15 de junio de 2012

Mírale

Mírale
arrastra los días a través de pozos
horada la tierra
tirando sus pulmones al carbón.

Nunca jugó
sobre el color desconocido
de la hierba.
No juega nunca.
Ni cuando gana la cumbre
de cartón mojado
entre la ciudad de hojalata
y la mina,
allí donde los gestos golpean
las letras no conquistan
no hay ventanas
a las que asomar
los ojos tiznados
y enfermos
sin luz.

Mírale,
buscando una lata sin óxido
un pedazo de tela que hacer volar,
un grito entrelazado.
Busca y busca,
sin saber que toda su ausencia
la tienes tú.

domingo, 3 de junio de 2012

Eran mis manos

Eran mis manos los barrotes
que hacían llorar tus pasos
aquel otoño de muertos
en el que la marea dejó
de refrescar nuestros muros y
no volvió a amanecer.

En aquel tiempo leíamos
en los restos de sal
que dejan las notas de música
todos nuestros silencios.
Durante aquellos momentos
en los que no nos mirábamos
se pararon los almanaques
a la espera de un nuevo otoño
       en el que asfixiarnos,
       en el que amanecer de nuevo.

Voy,
salpicada de tempestades ahogadas
entre vientos que traen
una melodía ausente
una encrucijada entre mis piernas
donde brotan manantiales entre partos

donde encuentro, por fin,
tus manos liberadas.

lunes, 21 de mayo de 2012

Abre

Abre
la justicia ha llegado
para esconderse en tu maleta

refugio de franceses sin horizonte
perseguidos por la gamada luz
mientras Paris recogía algo de aire
a tientas por las esquinas

todo eso golpeaba 
y tú corrías
con el pálpito de las hojas de papel
corrías por la vía
y en la tierra donde sólo se pisaba hielo
elevaste los brazos antes del letargo

qué historia  temblorosa.

Ha llegado la justicia Irene
está llamando
por qué no abres y de paso 
nos regalas un final
desde tu fosa.

sábado, 12 de mayo de 2012

ULISES. James Joyce.




"Ciudad entera que muere, otra ciudad entera que llega, muere también: otra que aparece, que acaba. Casas, filas de casas, calles, millas de pavimento, ladrillos apilados, piedras. Cambian de mano. Este propietario, ése. El dueño nunca muere dicen. Otro se mete en su pellejo cuando a él le llega el desahucio. Compran el sitio con oro y aún siguen teniendo todo el oro. Timo en alguna parte. Apiladas en ciudades, desgastadas siglo tras siglo. Pirámides en la arena. Construidas a costa de pan y cebollas. Muralla china de esclavos. Babilonia. Grandes piedras que permanecen. Torres circulares. El resto ruinas, barrios que se extienden, chapuzas. Casacolmena de Kerwan construcciones de papel. Cobertizo, para la noche. 
Nadie vale nada."

domingo, 6 de mayo de 2012

Guardo fotos

Guardo fotos                                                                                         A José Otero.
de aquellos olores
de pino y agua.
Todavía arrastro
los restos de madera
que dejaba tu voz
en las tardes
el golpear
de las canciones
de piratas y era Dios
lo que sentíamos
en nuestro agnóstico vivir.
Todavía las guardo,
esas fotos,
en el reverso de las horas.

domingo, 29 de abril de 2012

Todas las historias

Todas las historias
tienen una renuncia escondida
en el laberinto
de un baúl.
Todas nacen hambre,
diente de león desmembrado
en voraz ascenso.
Quieres reconocerte
en la forma de morir
los ojos al otro lado.
Buscar en la inclinación
de la boca
las coordenadas de un encuentro.
Sin embargo,
el minotauro vigila tus trazos
y las historias parten aire a través.

domingo, 22 de abril de 2012

Puedo esperarte

Puedo esperarte
en equilibrio
sobre el lado fácil de la vida.
Guardo ese momento
irrepetible
en el que aparezca
tu nombre entre mis piernas
y llueva tanto que
no nos quede otra
que crecer.

sábado, 14 de abril de 2012

Quéimase

Quéimase o monte.                                                                                                    
Non como as saias das mozas                            
nunha noite de Lume Novo.                              

Quéimase                                                          
como as mans do emigrante                              
cas cordas da maleta.                                        
Como os pes                                                    
ca terra das zocas.                                            

Quéimase como o arao                                    
do campesiño morto                                        
como as redes                                                  
co brío do mar                                                
como as bagoas                                              
ao carón do lume.                                            

Quéimase o monte                                          
e con cada herba                                            
perdemos o tempo                                          
que aínda non chegou.                                    






domingo, 1 de abril de 2012

No pienses


No pienses que las voces que oyes
sacudir en las calles sembradas
de amapolas
están narrando alguna muerte
de vez en cuando.
Sólo intentan recuperar a sus hijos
lanzan sus nombres
como boomerang
que no regresa.

          Yo tenía un pequeño jardín
          sembradito de fotos felices
          donde florecía un entusiasmo
          de postal rígida
          y esquinas amarillas
          pegado con chicle
          en un papel viejo
          que no recuerdo.

domingo, 25 de marzo de 2012

EL MUERTO - José Hierro




Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría
no podrá morir nunca.

Yo lo veo muy claro en mi noche completa.
Me costó muchos siglos de muerte poder comprenderlo,
muchos siglos de olvido y de sombra constante,
muchos siglos de darle mi cuerpo extinguido
a la hierba que encima de mí balancea su fresca verdura.
Ahora el aire, allá arriba, más alto que el suelo que pisan los vivos
será azul. Temblará estremecido, rompiéndose,
desgarrado su vidrio oloroso por claras campanas,
por el curvo volar de gorriones,
por las flores doradas y blancas de esencias frutales.
(Yo una vez hice un ramo con ellas.
Puede ser que después arrojara las flores al agua,
puede ser que le diera las flores a un niño pequeño,
que llenara de flores alguna cabeza que ya no recuerdo,
que a mi madre llevara las flores:
yo querría poner primavera en sus manos.)

¡Será ya primavera allá arriba!
Pero yo que he sentido una vez en mis manos temblar la alegría
no podré morir nunca.
Pero yo que he tocado una vez las agudas agujas del pino
no podré morir nunca.
Morirán los que nunca jamás sorprendieron
aquel vago pasar de la loca alegría.
Pero yo que he tenido su tibia hermosura en mis manos
no podré morir nunca.

Aunque muera mi cuerpo, y no quede memoria de mí.

jueves, 15 de marzo de 2012

Que venga

Que venga el viento
a sembrar las raíces
en el revés de la tierra.
Que caiga el mar desde lo alto
y deje los árboles
canos.

Que haga vibrar la brújula
de los que inventaron los barcos
y los destinos donde sobrevivir,
aquellos que todavía guardan
en el bolsillo las ondas
de una carcajada antigua.
Aquellos que aman la tierra
de tanto arrastrarse.

Que venga, para llevarse el infierno.

domingo, 4 de marzo de 2012

Alas

Las alas sin pájaro
se elevan a capricho del helio,
mientras los pájaros sin alas
miran la tierra
y tratan de recordar
cómo se inventaban los caminos,
cómo viajaban los océanos
bajo sus patas de viento.

Crisis

Parece que nos olvidamos de que las crisis son el detonante de los cambios, de las sacudidas que nos hacen reflexionar, mirar hacia otras oportunidades, dibujarlas. Ahora, las crisis nos asaltan por la espalda y, somos tan sensibles al miedo, que nos aterra todo lo que nos separe de nuestras rejas adornadas de pisos de protección oficial, coches blancos aspirantes a deportivos, y colegios de pago a precio de saldo.

Todos los días están compuestos de crisis de todas las intensidades y denominaciones, desestabilizaciones, para las que cada vez estamos menos preparados. El primer estadio para afrontar una crisis es la frustración, y ya no queremos educar la frustración, entenderla como una oportunidad de superación, la posibilidad de decidir, y la utilización de los elementos de la sociedad de la que formamos parte, o incluso la reinvención de nuevas herramientas y estrategias.

No crisis, no frustración, no reflexión, no evolución.

Hubo un tiempo en que eran las personas en calidad de mujeres, de asalariados, de estudiantes, quienes provocaban crisis que suponían un reajuste a una escala difícil de imaginar en este tiempo y en este zona del mapa. Ahora tejemos redes sociales almibaradas donde nos enviamos besos y emborrachamos de vídeos. Sin embargo, una comunicación profunda, orientada a sedimentar una conciencia de sujeto social con capacidad de reflexión, de agitación, ¿existe?

Hoy estamos llamados a provocar una crisis, pero no sé si hay mucha gente que le nazca la provocación de un sentimiento de comunidad en lucha o, simplemente, es la oposición partidista u oportunista. Hay, sin embargo, tantas razones para quedarse en casa, no un día, sino quedarse en casa de forma indefinida; hay exactamente 925 millones de razones para dejar de girar en esta rueda. Quién tuviera humanidad y fortaleza suficiente y…, para instalarse en una crisis que hiciera resquebrajar esta cárcel de barrotes dorados.